martes, 13 de julio de 2010

Descripción de un cuadro VS el cuadro mismo

Crispado por la mañana, resalta el color, el sol azucarado por la angustia de los ojos que lo miran. Allí arriba de la mesita se apoya la esperanza, hecha un manto de desesperación añejo y resquebrajado. El miedo tapa la salida hacia el otro comedor, la atmósfera es atrapante y todo se encuentra congelado. El autor, logra capturar en la mano de la anciana, el instante en que una sueca mira de reojo a la niña. La niñez se presenta en el botón rojo debajado del manto, que no podemos ver, pero se ve reflejada en el marco de la ventana roja.
Luego, un oleaje de carrosas desesperadas. Los caballos entran en acción. Una mano vetusta saluda al pasar al sueño prometido, dibujado como un árbol infectado. Sorpresivamente los caballos danzan al sol. ¿Por qué un gato puede estar cerca de los ángeles? Son ellos, cobardes retenidos.De pronto, la lanza clava el pecho de la anciana mirando el aire. Se asoman por su cuerpo los desastres más esperados, el ardor desopilante de la carne herida, el viento en las entrañas, sacudiendo el sauce esta vez.
Suenan caminos inversos, haciéndose eco dentro de la mesita de luz.
Afuera, entre las plantas, crecen las palabras y se derrumba el castillo de naipes. ¡El rey a la cabeza!

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