miércoles, 24 de febrero de 2010

Cuando me encontré con Tato






Calentoreaba, y las viscotivas tovas

vuelteaban y tregujereaban el terecho.
Misébiles estaban los borogovas
y los deros trugones bramastoilbaban.


-Es suficiente para empezar-interrumpió Humpty Dumpty-. Está lleno de palabras difíciles. "Calentoreaba" significa que eran las 4 de la tarde, cuando empiezas a calentar las cosas para la comida. -Eso está muy bien dijo Alicia-. ¿Y viscotivas? -Bueno, viscotiva quiere decir viscosa y activa. Como ves se trata de un portmanteau: hay 2 significados empacados en una palabra. -Ahora entiendo-observó Alicia pensativa. ¿Y qué son las tovas? -Bueno las tovas son algo así como tejones, algo así como lagartos y algo así como sacacorchos. -Deben ser criaturas de aspecto muy extraño. -Eso son-dijo Humpty Dumpty;hacen sus nidos bajo los relojes de sol y se alimentan de queso. -¿Y qué es vueltear y tregujerear? -Vueltear es dar vueltas y vueltas como un giroscopio. Tregujerear es hacer agujeros como un taladro. -¿Y el terecho es el prado alrededor del reloj de sol, supongo? -preguntó Alicia sorprendida por su propio ingenio. -Por supuesto que lo es.Se lo llama terecho, como sabes, porque se extiende largo trecho por delante del reloj, largo trecho por atrás del reloj... -Y un largo trecho a cada lado, completó Alicia. -Exactamente. Misébil, es miserable y debil. Y el borogova es un pájaro flaco de aspecto zaparrastroso, con las plumas como clavadas alrededor...algo así como un estropajo viviente. -¿Y deros trugones? -Bueno, un trugón es una especie de cerdo verde, pero acerca de deros no estoy seguro. Se me ocurre que es una abreviatura de sendero...que significa que extraviaron el camino. -¿Y qué quiere decir bramastoilbaban? -Bueno, bramastoilbar es algo entre bramar y silbar, con una especie de estornudo en el medio:quizá tengas ocasión de escucharlo...allá abajo en el bosque... y una vez que lo hayas escuchado te sentirás absolutamente satisfecha.

De "A TRAVES DEL ESPEJO Y LO QUE ALICIA ENCONTRÓ ALLÍ" Lewis Carroll

domingo, 21 de febrero de 2010

Caro & Fredo

A partir de la muchacha que murió, una de las tantas:

Siempre las mujeres, las que sufren semejante violencia, las que son insultadas, las que son perseguidas por la calle, las que deben taparse la cara y las piernas, las que no pueden hablar. Yo nunca entendí los motivos de esta diferencia hombre mujer, más allá de las formas de expresión (y ni siquiera) o los rasgos físicos, ¿qué nos diferencia? digo, VIVA LA DIFERENCIA, pero ¿por qué la opresión contra nosotras?, si somos todos animales. Sí. Somos seres que vivimos. ¿Será la gran sensibilidad que comunicamos, las cosas que decimos, la posibilidad de dar a luz lo que nos hace vulnerables? ¿Será el egoismo de cualquier ser humano, tanto hombres y mujeres, el que destruye? ¿El que impera en un hombre que quiere prender fuego a la persona que tiene al lado? ¿Serán esas ganas de poseer al otro alimentándose de su dulzura y de su ser? ¿O será la lucha de unos contra otros, uno queriendo defender vaya uno a saber que cosa, viendose poblado de sentimientos violentos destructivos y posesivos?El egoismo, la posesión, la violencia y la destrucción tienen la misma cara y el mismo nombre. Ese nombre no necesariamente es EL HOMBRE, para nada, porque tampoco vamos a decir que los hombres-todos son semejante asquerosidad, no, hay hombres infinitamente bellos, como vos, como mi papá, como mi tío, como muchos muchos muchos, así como está la belleza en la vida...pero también está este costado horrible, que puede presentarse en hombres y mujeres, del que tenemos que deshacernos. Bueno, ya ahí me meto con historiias psicológicas de cada sujeto para llegar a semejante acción, bueno, pero hablo de lo que tenemos que hacernos cargo, de cuidar al otro y a uno por encima de todo, y empezar primero por reconocer que hay UN OTRO, que no obedece a nuestros deseos. Y respetarnos por el simple hecho de reconocernos al menos parecidos, por portar aunque sea un tono de voz. Y los hijos de puta que se sanen y descubran el por qué de tanto dolor, o más bien, de tanto gozo en el dolor ajeno. Sea conciente o inconcientemente. Sin más palabras te dejo, justo relacionando todo esto con lo que vos me escribiste de Patti y su compañero, así, seamos hombres y mujeres que se aman. Somos dos que se aman, se cuidan y se acompañan. Por siempre brindo al cielo por haberte encontrado.


sábado, 20 de febrero de 2010

Alicia


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Finalmente imaginó cómo esa hermanita suya sería, en el futuro, una mujer grande; y cómo conservaría, a través de sus años maduros, el corazón sencillo y afectuoso de la infancia, y cómo reuniría a otros pequeños a su alrededor, y haría que los ojos de ellos brillaran impacientes, contándoles muchas extrañas historias....y cómo hallaría placer en todas sus sencillas alegrías, recordando su propia infancia y los felices días de verano.

martes, 16 de febrero de 2010

Así te quiero ver

Acá yo te sigo a vos.
Y acá vos a mí.
Acá te miro y estás sola.
Y acá estoy yo sola.
Lo importante ma es que estamos en el baile

miércoles, 10 de febrero de 2010

PERSEPOLIS

- Abuela, olés muy bien, ¿Cómo lo hacés?
- Recojo jazmines todas las mañanas. Cuando me visto los pongo dentro del sostén, así siempre huelo bien.
- ¡Eso es fabuloso!

Cuando se desvestía las flores caían de sus pechos. Era mágico.

sábado, 6 de febrero de 2010

La historia del aire de la noche

Cuando los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, los más primeros, se pensaron en cómo y para qué iban a hacer lo que iban a hacer, hicieron una su asamblea donde cada cual sacó su palabra para saberla y que los otros la conocieran. Así cada uno de los más primeros dioses iba sacándose una palabra y la aventaba al centro de la asamblea y ahí rebotaba y llegaba a otro dios que la agarraba y la aventaba de nuevo y así como pelota iba la palabra de un lado a otro hasta que ya todos la entendían y entonces hacían en su acuerdo los dioses más grandes que fueron los que nacieron todas las cosas que llamamos mundos.
Uno de los acuerdos que encontraron cuando sacaron sus palabras fue el que cada camino tuviera su caminante y cada caminante su camino. Y entonces iban naciendo las cosas completas o sea que cada quien con su cada cual.
Así fue como nacieron el aire y los pájaros. O sea que no hubo primero aire y luego pájaros para que lo caminaran, ni tampoco hicieron los pájaros primero y después el aire para que lo volaran.
Igual hicieron con el agua y los peces que la nadan, la tierra y los animales que la andan, el camino y los pies que lo caminan.
Pero hablando de los pájaros, hubo uno que mucho protestaba contra el aire.
Decía este pájaro que mejor y más rápido volara si el aire no se le opusiera. Mucho rezongaba este pájaro porque, aunque su vuelo era ágil y veloz, siempre quería que fuera más y mejor, y si no podía serlo era porque, decía él, el aire se convertía en un obstáculo. Los dioses se fastidiaron de que mucho mal hablaba este pájaro que en el aire volaba y del aire se quejaba. Así que, de castigo, los dioses primeros le quitaron las plumas y la luz de los ojos. Desnudo lo mandaron al frío de la noche y ciego debía volar. Entonces su vuelo, antes gracioso y ligero, se volvió desordenado y torpe.
Pero ya hallado y después de muchos golpes y tropiezos, el pájaro éste se dio la maña de ver con los oídos. Hablándole a las cosas, éste pájaro, o sea el Tzotz, orienta su camino y conoce el mundo que le responde en lengua que sólo él sabe escuchar. Sin plumas que lo vistan, ciego y con un vuelo nervioso y atropellado, el murciélago reina la noche de la montaña y ningún animal camina mejor que él los oscuros aires.
De este pájaro, el Tzotz, el murciélago, aprendieron los hombres y mujeres verdaderos a darle valor grande y poderoso a la palabra hablada, al sonido del pensamiento.
Aprendieron también que la noche encierra muchos mundos y que hay que saber escucharlos para irlos sacando y floreciendo.
Con palabras nacen los mundos que la noche tiene. Sonando se hacen luces, y tantos son que no caben en la tierra y muchos terminan por acomodarse en el cielo. Por eso dicen que las estrellas se nacen en el suelo.
Los más grandes dioses nacieron también a los hombres y mujeres, no para que uno fuera camino del otro, sino para que fueran al mismo tiempo camino y caminante del otro. Diferentes los hicieron para estarse juntos. Para que se amaran hicieron los más grandes dioses a los hombres y mujeres. Por eso el aire de la noche es el más mejor para volarse, para pensarse, para hablarse y para amarse.



Los otros cuentos, relatos del subcomandante Marcos