viernes, 25 de junio de 2010

sábado, 19 de junio de 2010

Bienvenidas

Rozando el cielo frío, donde nací apenas caminaba alto, entre las rocas, existe mi pueblo de agua. Entre él, como violines de miel, se pueden cazar plumas de picaflor y ver reflejadas las chispas de un fueguito. Solía, confundirme con la brisa, para acostarme debajo de las sonrisas o perderme de la mano de un niño. Me proponía: una mano, un poco de arroz, lloriquear, y correr como loca. Iba de a poco construyéndome la soga para averiguar cuántas ramas había detrás del río. Aunque me encantaba caerme y dejarme probar los pies por los peces marrones Paraneros. Nunca olvidaba mi aire de oídos, para amarrar las palabras que estallaban como la noche. Desde ese instante aprendí a nombrar la amistad.
Se puede llegar a claros de silencio, porque el sol lo es todo, y uno queda desnudo de ojos. Intentar decir, en esos momentos, es capricho de la razón. Pero todo se va aprendiendo con cada pieza, por lo que estuve atenta también a desprenderme de mí, intensamente.
Cuando llega la tarde, y todo empieza a crujir, como recapitulando la poesía y reflejando el temor, se oyen los huesos de los pájaros. Otra vez ciegos. Hay que confiar en el suelo y en uno. Vienen y van olores que buscan volver, como uno a su lugar, coqueteando en ese último instante del paseo, afirmando su existencia eterna....pero ahora basta...fin. Vuelven todas las hormigas también, se dará comienzo otra vez. Más suavemente hay que recolectar ramitas peligrosas y abrazarse. Eso es como pestañar. Cada uno de nosotros ya sabe qué hacer. De pronto, uno se sienta y los huevos de los peces que estaban en la boca y uno no sabía, van evolucionando hasta que en medio de la modorra salvaje, deciden salir todos. Y uno siente fascinado cómo todo el día, ahora danza en las palabras que la noche, sólo la noche nos permite decir. Brotan ellas interminablemente respetando la melodía que, entre todos construimos.
Pero tenemos muy claro que no somos hacedores de lo que sucede, sino que todo aquello sucede sólo. Con nosotros.

sábado, 12 de junio de 2010

qué alivio!

Siga su ruta señorina!!! Adelante, Avianchi, Anti-gona.