sábado, 10 de julio de 2010

Amigos


Se me ocurrieron palabras y luego una melodía. Llevaba mocasines y caminé por la orilla del agua. Había transformado los tortuosos aspectos de mi dolor y los había desplegado como una tela reluciente, una canción en memoria de Robert.
El pajarito esmeralda quiere salir volando.
Si ahueco la mano, ¿Puedo lograr que se quede?
Alma esmeralda, ojito esmeralda.
Pajarito esmeralda, ¿debemos decirnos adiós?
A lo lejos oí que me llamaban. Las voces de mis hijos. Echaron a correr hacia mí. En aquel lapso de atemporalidad, me detuve. De pronto lo vi, sus ojos verdes, sus rizos oscuros. Oí su voz más fuerte que las gaviotas, su risa infantil, y el rugido de las olas.
De "Éramos unos niños" Patti Smith.

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